¿Sabías que la flor de Nochebuena tiene orígenes prehispánicos?
Con la llegada de los españoles, los misioneros adoptaron la flor como un símbolo cristiano, vinculándola a la Navidad debido a su color rojo, que representaba la sangre de Cristo.
La flor de Nochebuena, que hoy adorna los hogares durante la Navidad, tiene un origen lleno de simbolismo y raíces profundas en las culturas prehispánicas de México. Más allá de su belleza, la cuetlaxóchitl (su nombre en náhuatl) tiene una historia que conecta lo sagrado con lo natural.
Contexto histórico
Para los mexicas, la cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita” o “flor de cuero”, tenía un papel importante en sus rituales. Florecía durante el invierno, simbolizando pureza, renovación y la fragilidad de la vida. Era utilizada en ceremonias religiosas y como ofrenda para los dioses, especialmente Huitzilopochtli, el dios de la guerra y el sol.
Con la llegada de los españoles, los misioneros adoptaron la flor como un símbolo cristiano, vinculándola a la Navidad debido a su color rojo, que representaba la sangre de Cristo. Así nació su conexión con esta celebración.
Curiosidades culturales
- En la época prehispánica, también se usaba para teñir telas y como remedio medicinal.
- El rojo intenso de sus brácteas simbolizaba el sacrificio, un valor profundamente arraigado en la cosmovisión mexica.
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La flor de Nochebuena no solo es un adorno, sino un puente entre dos mundos: el prehispánico y el cristiano, recordándonos cómo las tradiciones evolucionan y se reinventan a lo largo del tiempo.
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